
Moscú era el escenario, Manchester United y Chelsea los protagonistas. El campeonato a nivel de clubes más importante del fútbol tenía su final y dos equipos ingleses peleaban por la tan ansiada copa. El nivel de los equipos era parejo. Ambos disputaron el titulo inglés hasta la última fecha, resultando campeón el conjunto del legendario Alex Ferguson.
Antes de la final trataba de adivinar como sería el tramite. Manchester United tiene mejores individualidades que el Chelsea, pero el equipo de Londres había levantado su nivel y se consolidaba como equipo. El jugador más desequilibrante de Chelsea es Diddier Drogba, de Manchester, el portugués Cristriano Ronaldo.
Supuse que la clave estaría en el medio campo, y no había que ser un genio para suponerlo. Ballack es un gran jugador, pero en el Chelsea no desequilibra, se tarda en entrar en juego y muchas veces su aporte es excaso. La columna vertebral del equipo londinense es sólida: Cech, Terry, Lampard y Drogba. Si el resto del equipo rendía al máximo nivel, la copa se iba a Stanford Bridge. No fue así.
Por su parte, el Manchester dependía de la experiencia de algunos de sus jugadores (Van der Sar, Schools, Giggs) y el talento de sus figuras (Ronaldo, Tevez, Rooney).
Con dos buenos volantes de contención, que tienen la habilidad de entregar bien el balón, el equipo de Ferguson se adueñó del partido y las acciones en el primer tiempo. Ronaldo abrió la cuenta, luego Tevéz, en dos oportunidades, y Michael Carrick pudieron aumentar las cifras.
Cuando todo estaba dado para que Manchester matara el partido, apareció el emblema del Chelsea y Lampard anotó el empate. Jugada fortuita quizás, pero Franky no desaprovechó y anotó para luego dedicarle el gol a su madre fallecida.
En el segundo tiempo las cosas fueron muy distintas. Chelsea se adueñó del partido y Drogba lo tuvo en la acción más clara al mandar el balón al palo izquierdo de Van der sar. Todo igualado y a sufrir en el alargue.
Los equipos ingleses en general siempre buscan el arco contrario. Nunca salen a especular y en esta final no hubo excepción. Podrían haber aguantado, descanzado las piernas, pero no. Ambos equipos salieron a buscar el triunfo y ambos pudieron conseguirlo. Primero Lampard volvió a sacudir el travesaño y luego Terry, la envía al corner sacándola de la linea tras un disparo del eterno Ryan Giggs. Todo seguia igualado y la final se definiría en los lanzamientos penales.
Cuando Cristiano Ronaldo caminaba hacia el área supe que fallaría el penal. Iba nervioso, miraba el suelo y titubeo al correr. Aveces Cristiano parece de otro planeta, pero es humano. Tapó Cech y parecía que la Copa se iba a Londres. Terry tenía la misión de terminar la historia, teñir Moscú de azul y llegar a Inglaterra como campeón. El destino es cruel, y aveces demasiado. El capitán tomó la responsabilidad y decidió bien, pero la lluvia y el césped dijeron otra cosa. Pelota afuera y el Manchester todavía estaba vivo.
Anelka frente al balón, y pareció que el francés no se tomó el asunto en serio. Disparó con displicencia y Van der sar llenó de alegría a los hinchas rojos presentes en el estadio. Tercera Copa de Europa para el Manchester United y segunda para Sir Alex Ferguson.
Hay dos imágenes en este partido que reflejan la alegría y el sufrimiento que pueden producir el triunfo en el fútbol. Primero: John Terry. El capitán, y uno de los mejores defensas del mundo, llorando desconsoladamente por haber desperdiciado la posibilidad de ser campeones de Europa por primera vez. Para las personas que vivimos el fútbol con pasión, como debe ser, es entendible la tristeza del capitán azul. El llanto desgarrador es comprendido y compartido. Pero que recuerde John que el fútbol da revanchas, y aveces, más pronto de lo esperado.
Segundo: Cristiano Ronaldo. El mejor jugador de Europa y el Mundo no merecía quedarse sin copa. Perdió un penal clave, quizás por su poco experiencia (23 años), que estuvo a punto de dejarlo sin el máximo trofeo. Sin embargo, el destino tenía preparada otra cosa. El llanto del portugués en la mitad de la cancha, demuestra el desahogo que tuvo el 7 que ya había sufrido una desilución el la pasada eurocopa, perdiendo en la final con Grecia. Máximo goleador de esta champions y del campeonato inglés... disfruta tu copa Cristiano.
Moscú ya es pasado y ahora comienza todo de nuevo. ¿Cristiano seguirá en Manchester?, ¿Abramovich podrá ganar algún día su trofeo más deseado?, el destino lo dirá. Por ahora todo manchester celebra (o casi todo Manchester) su tercera Champions League. La "orejona" ya esta en Old Trafford.
Di Stefano
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